La Globalización del Capital


Si alguna vez ha cabido preguntar cómo hemos llegado a nuestro actual sistema monetario internacional, leer La Globalización del Capital es una apuesta ganada para empezar a entender el funcionamiento de la economía, o al menos su historia a nivel internacional, ayudándonos a comprender el porqué de la evolución monetaria que hemos llevado a cabo.


Esta tercera edición del célebre libro de Barry Eichengreen, catedrático de Economía y Ciencia Política en la University of California, llegó en 2021 completando las dos anteriores publicaciones, añadiendo avances económicos de la actualidad, y realizando un recorrido por los últimos ciento cincuenta años de la historia monetaria y financiera internacional, explicando a detalle el Patrón oro, pasando por el periodo de entreguerras, el sistema de Bretton Woods, la fluctuación, la unificación monetaria, y algunas de las crisis más importantes, para llegar a nuestro actual sistema con especulaciones en un futuro digital sin un sistema definido.

La economía avanza siguiendo un proceso acumulativo en el que los estudiosos se basan en las investigaciones de sus predecesores, por este motivo la obra comienza antes del Patrón Oro, en el segundo capítulo tras la introducción, para permitirnos analizar la historia económica desde este hasta la actualidad. Recoge que antes de 1870 existió un sistema llamado bimetalismo basado en la comercialización con dos tipos de metales, el oro y la plata, dónde debido a fluctuaciones entre las mismas, la plata se terminó devaluando valiendo una moneda de oro, 16 de plata, y acompañado de problemas entre Francia y Gran Bretaña, los países comenzaron a adoptar el Patrón Oro.

Explica que en el Patrón Oro se fijaba el precio de la moneda en relación a una determinada cantidad de oro, y que un país no podría producir más monedas o billetes que reservas de oro poseía en el banco central, acompañado de prioridades cómo la convertibilidad, la de seguir las reglas del juego, o conceptos fundamentales en el sistema, cómo son la solidaridad internacional, el papel de prestamistas de último recurso de los bancos centrales. Finalmente, con el comienzo de la Primera Guerra Mundial desaparece el Patrón Oro por motivos cómo la pérdida de importancia de Gran Bretaña, en una situación donde Estados Unidos empezó a cobrarla, escasas reservas, aumento de divisas y motivos políticos cómo el derecho a voto dónde participaron las clases trabajadoras.

Pasando de esta manera al siguiente capítulo, con el periodo entreguerras, que trajo consigo prohibiciones y limitaciones, el Plan Dawes, y el intento de imposición de un nuevo patrón oro en la Conferencia de Génova, que no llego demasiado lejos. También trata el ascenso del dólar, y las nuevas prioridades del momento: los objetivos internos, teniendo los movimientos internacionales de capitales como pegamento de la economía.

 


Llegando así al cuarto capítulo, con el fin de la Segunda Guerra Mundial, durante la cual existieron dos planes monetarios enfrentados, el de Keynes, y el de White. Surgiendo a raíz de estos el sistema Bretton Woods que se caracterizó por tipos de cambio fijo ajustables, controles para limitar la movilidad internacional y la creación del Fondo Monetario Internacional, además de la Unión Monetaria de Pagos para complementar al FMI, aunque en la práctica este sistema no fue viable por la situación de los países tras la guerra, tan solo por los controles. En este periodo surgieron varios conflictos, entre ellos el papel protagonista de EEUU, que tomo decisiones con efectos no deseados sobre Gran Bretaña que afectaron al resto de Europa, la duda sobre la convertibilidad del dólar en oro, los derechos especiales de giro, una política consistía en una inyección de liquidez, y que supuso un problema entre el G10, y los países en vías de desarrollo, la batalla entre la libra y el dólar por su convertibilidad, o la crisis del dólar, que puso fin al sistema de Bretton Woods. 

 Así pues, en el posterior capítulo nos habla del cambió de la fluctuación a la unión monetaria, empezando por el final del Bretton Woods en 1971, que trazó una línea divisoria que transformó la macroeconomía más que el Patrón Oro o el restablecimiento de la convertibilidad. El mundo entero pasó por un periodo de insatisfacciones por cambios frágiles, ajustes periódicos difíciles, presiones en monedas débiles, la Serpiente europea, o fluctuaciones de la moneda que sirvieron para aclarar que una adopción de unas medidas limitadas no tendrá éxito en un mundo de limitada movilidad del capital, sino que era necesario aplicar medidas radicales que los Gobiernos no querían tomar. 

Tras crisis cómo la asiática, de Brasil, o Argentina, y la incapacidad de la movilización de capitales, existió la paz con condiciones crediticias favorables y la aparición de India y China como polos de crecimiento, la volatilidad financiera afecto a los tipos de cambio, pero se demostró el buen alcance de las reformas de cambio al no presentar problemas ante importantes conflictos. En esta situación los países europeos avanzados poseían sistemas de cambios fijos estrictos, mientras que los emergentes sistemas de fluctuación.

Además, se produjo el ascenso de China como potencia mundial, huyendo de la crisis asiática, y la caída de los países emergentes. 

Por otra parte, en esta época encontramos uno de los desequilibrios mundiales más grandes tras la inversión de China y países emergentes sobre Estados Unidos, que se convirtió en la de los bancos y gobiernos centrales en forma de títulos de deuda, por lo que el dólar comenzó a bajar su valor, y se buscó su optativa en el euro.

Tras tratados como el Tratado de Maastricht, el euro completó sus tránsitos en 2002, que resultó un éxito con beneficios inmediatos tras imponerlo.

 Y terminamos por el último capítulo, dónde el autor explica que se  manifestó una época de crisis, comenzando por la del 2008, con la quiebra de los bancos en Estados Unidos, le siguió la crisis de las hipotecas, dónde se entregaron hipotecas de alto riesgo a clientes que no cumplían requisitos, que también afectó a Europa creándose una burbuja inmobiliaria que explotó y supuso una amenaza para el sector bancario, luego la crisis de Grecia, por haber sido incluida en el sistema euro con muchas deudas, y la de los países emergentes por la sobreevaluación de la moneda.

Por otro lado, China siguió creciendo, con la propuesta de que el renminbi (su moneda) se internacionalizara, incluyéndose en la cesta de la DEG, idea que fue finalmente descartada 

Terminando la obra por tratar la actualidad, dónde frente a las monedas tradicionales, se valorado la opción de una moneda digital encriptada basada en la tecnología Blockchain, destacando el Bitcoin, siendo el emitido por bancos centrales, el más próspero económicamente, aunque no supondría un gran cambio en el sistema.

Valores Bitcoin

En definitiva, cada una de las etapas económicas desde el bimetalismo al bitcoin, han sido necesarias para el avance en nuestra economía, ya que nos han permitido solventar dudas de cómo actuar ante las diferentes situaciones monetarias y fiscales, para llegar a una economía próspera, con una solución con Europa como posible potencia mundial, y el euro como principal divisa, el dólar manteniendo su posición y un alejamiento total de los tipos fijos atendiendo a la movilidad y democracia de los demás países, con un futuro en estos de tipos fluctuantes, ya que nunca alcanzaran una unión monetaria, como futuro factible, aunque no ideal.



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