Todos conocemos a la China de hoy en día, esa superpotencia que abastece a todo el mundo y de la que proceden prácticamente el cien por ciento de productos que compramos, tanto online como físicamente. No cabe duda de que China seguirá su propósito de sobreponerse a toda potencia competidora, y actualmente sólo podríamos reconocer a los Estados Unidos de América como digno de este calificativo, el cual ha sido ya estadísticamente sobrepasado por el gigante chino.
Desde los inicios de la globalización, la presencia china ha estado presente para la exportación a nivel mundial, primeramente exportando productos agrícolas e importando productos manufacturados, aunque en la actualidad se han adaptado indudablemente a los tiempos modernos y sus necesidades.
A lo largo de la historia moderna, China ha sido claramente una potencia mundial dominante, al igual que hoy en día; pero, antes de llegar a su actual podio en el ranking mundial se ha visto oscurecida por una mancha en su historial: las guerras del opio.
Guerras del Opio
La primera de estas guerras se produjo entre 1839 y 1842. Para entonces, el imperio Chino ya contaba con un gran protagonismo en el contexto del comercio internacional y tanto sus rutas (principalmente marítimas) como sus relaciones con los países exportadores e importadores eran excelentes, generalmente.
Además, las exportaciones chinas se vieron exponencialmente incrementadas tras la conquista de Filipinas por parte española, mejorando el comercio con Occidente.
Pero no todo podía ser color de rosa, el primer conflicto llega con nacionalidad británica; y es que Gran Bretaña cada vez incurría en un déficit más alto en cuanto a importaciones-exportaciones con China y debía emplear grandes sumas de plata para ello. Fue entonces cuando los británicos comienzan a trasladar de forma ilegal opio desde la India a China, obviamente para su posterior venta ilegal. El crecimiento de la compra de opio se expandió como la pólvora y, ante esta situación, el emperador chino prohíbe el consumo de opio.
Esta controversia, donde por un lado se encuentran los chinos que observan el consumo de opio como un aspecto negativo dado el incremento de adictos y, por otro, los británicos lo ven como una gran oportunidad de negocio para corregir su enorme deuda de plata, dará lugar a las disputas conocidas como guerras del opio, que darían lugar finalmente al hundimiento (al menos temporal) de la economía de China.
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| Población china adicta al opio |
El "collar de perlas" chino
Tras estas manchas en el historial de la economía china a causa de las "guerras de las drogas" con Occidente, la economía China sigue escalándose a niveles que dejan boquiabiertos al resto del mundo, situación que hoy en día se mantiene al alza.
Actualmente, la economía china se encuentra en el segundo puesto del podio mundial y ha superado el objetivo de ser el país más poblado del mundo, rebasando a la tradicional India, contando con un PIB que gira en torno a los 14 billones de dólares.
Desde luego, las guerras del opio no hundieron la moral del imperio chino y, actualmente, los chinos están mostrando todas sus capacidades para lograr que su comercio llegue a todos los ricones del mundo, a través de la
Nueva Ruta de la Seda.
No es nada fuera de lo común e innovador que China se enfoque en sus exportaciones a través de vías marítimas. Por ello es que están enfocados en garantizar la efectividad de lo que conocemos como el "collar de perlas chino", que se trata de una ruta marítima desde China hasta Sudán en el Cuerno de África, estableciendo un dominio casi a nivel absoluto en el Océano Índico.
Como todo logro nacional, para sus competidores el expansionismo chino no les causa la menor pizca de atractivo, lo que puede generar en un futuro próximo conflictos comerciales y de ahí pasar a males mayores, solo podremos confiar en la diplomacia de estos países que, al igual que dominan el comercio, esperamos que también dominen el diálogo.
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